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“Decidí crear este blog para compartir experiencias, reflexiones e ideas. Escribo con mucho amor por las personas y la naturaleza. Espero que al menos algunos de estos escritos sean útiles en sus vidas.” Jessica Sheffield Zamora. Fundadora y Directora de Guardianes de la Naturaleza.
Relajarnos en nuestras limitaciones
Lunes 19 de febrero del 2024
Por Jessica Sheffield Zamora
Con el tiempo he llegado a comprender que la determinación y perseverancia, aunque sean una fortaleza, también pueden ser una debilidad o limitación si no las utilizamos adecuadamente. Permítanme ilustrar lo que podría sonar contradictorio, con un ejemplo concreto de mi vida.
Cuando me mudé a Nosara, Guanacaste, noté el grave problema de los residuos sólidos en mi comunidad. Un vertedero a cielo abierto era el destino de los residuos de todo el distrito. Con el aumento de la población en este hermoso pueblo costero “el basurero”, creció descontroladamente.
Hubo momentos en que este monstruo, creado por los humanos, se desbordaba hasta la carretera. Se necesitaban tractores para empujar los desechos de nuevo hacia el bosque. Se incendió en varias ocasiones. Estando embarazada de mi hija, Lucía, tuve que salir de mi casa casi ahogándome por los humos tóxicos, que a veces duraban por varias semanas. Sus lixiviados o líquidos generados por la mezcla de residuos representaban una amenaza para el valioso recurso hídrico subterráneo de la comunidad.
Los residuos de este vertedero llegaban al río Nosara y luego al mar arrastrados por la lluvia. Me angustiaba pensar en el impacto negativo en las personas y los animales, incluso en el espectáculo natural que ocurre en la zona: la arribada de cientos o miles de tortugas lora
En aquellos años, alrededor de 2008, nos reunimos un grupo de vecinos preocupados por el tema. Decidimos crear una asociación para buscar soluciones. Así nació Nosara Recicla.
Para comenzar, los vecinos decidimos crear un centro de acopio de materiales reciclables, ya que el 50% de los residuos que llegaban al vertedero podían ser valorizados. Hubo una gran colaboración de la comunidad en la creación de este centro. Además, realizamos campañas de limpieza y educación para que los residentes, tanto locales como extranjeros, separaran los materiales reciclables desde sus hogares.
Aunque logramos algunas victorias importantes, el vertedero a cielo abierto seguía creciendo. La educación es un proceso que lleva tiempo, y el rápido crecimiento de la comunidad nos superaba.
Desde que nos organizamos, comenzamos a tocar la puerta del municipio, quienes por ley son responsables del manejo de los residuos sólidos en el país, en busca de una solución de manera colaborativa. Durante una década, visitamos al alcalde y al concejo municipal de ese entonces, a pesar de las dos horas de distancia en carreteras en muy mal estado. Siempre con el mismo mensaje: tienen un aliado dispuesto a resolver este problema. ¡Hagámoslo juntos! Sin embargo, año tras año, recibíamos promesas de colaboración que no se materializaban en acciones concretas.
A pesar de las dificultades, continuamos trabajando dentro de nuestras posibilidades. Mejoramos procesos, buscamos compradores para los materiales reciclables, recolectamos donaciones para pagar a los trabajadores del centro, en su mayoría mujeres, y seguimos sensibilizando a la comunidad. Sin embargo, el vertedero a cielo abierto seguía creciendo.
Comprender la magnitud del problema, que no solo afectaba a las personas y la naturaleza en mi comunidad, ni tampoco solo a nivel nacional, sino que era un desafío mundial, me llevó a escribir mi primer libro para niños: “La Guardiana de la Naturaleza y sus amigos salvan el río”. Pensaba, como lo sigo haciendo, que para detener esta guerra contra la naturaleza, debemos comenzar en las aulas. Educar a los niños crea un cambio hoy, y cuando lleguen a ser futuros políticos, empresarios, etc., tendrán aún más influencia para hacer las cosas diferentes.
Confieso que durante esta lucha, que desarrolló aún más mi músculo de perseverancia, me costaba dormir y la ansiedad me envolvía. Me resultaba difícil entender por qué sufría de gastritis crónica, incluso cuidando mi dieta. Pensar que yo, Jessica, cargaba el problema en mis espaldas y tenía que ver qué hacía y cómo lo hacía, afectó mi salud física y emocional. Fue tanto el estrés que experimentaba que, cuando estábamos cerca de recibir apoyo municipal, y surgió una traba más después de diez años de no tirar la toalla, mi esposo tuvo que llevarme a la clínica local porque se me bajó la presión. Fue un momento de desesperanza.
Tiempo después, el trabajo dio resultado y finalmente la municipalidad se encargó de recoger los residuos para disponerlos en un relleno sanitario, pero durante ese tiempo viví una gran angustia.
Es por eso que decidí titular mi experiencia “Relajarnos en nuestras limitaciones”. Hoy sigo luchando por mejorar la educación y proteger los recursos naturales a través de la educación basada en la naturaleza en colaboración con otras personas y organizaciones. Siempre hay obstáculos. Pero, hoy lo hago sin desgastar y descuidar mi salud física y emocional. Mi secreto: fortalecer mi espiritualidad. Saber que no estoy sola, que Dios me ayuda y que soy solo un instrumento me permite alivianar la carga.
Este enfoque no solo me ha ayudado a dormir mejor y a cuidar de mi salud y la de mi familia, sino que también ha potenciado mi capacidad para alcanzar objetivos. Ya no actúo impulsada por mi propio poder limitado. Me siento guiada, acompañada y apoyada en todo momento por un poder ilimitado.
La humildad que viene de cambiar el enfoque de querer ser superhéroes de nuestros hogares, negocios o causas a ser instrumentos del Creador del universo para poder servir a nuestras familias, colaboradores, comunidad o causas con la ayuda de Dios nos da como resultado tener un mayor impacto en aquellos o aquello que amamos mientras cultivamos esa paz interna de la que Jesús nos enseñó.
Espero que mi testimonio pueda ayudar a otros que están luchando contra la ansiedad y la desesperanza. No carguen solos con su cruz. Mi mamá siempre me enseñó que cuando estamos con Dios, Dios está con nosotros. Los invito a orar y pedir por esa ayuda para que juntos podamos relajarnos en nuestras limitaciones.